NOTAS AL CONGRESO DE SAN ANDRES, SEPTIEMBRE DEL 2009.

NOTAS AL CONGRESO DE SAN ANDRES, SEPTIEMBRE DEL 2009.
Jorge Moscato, respetado arquitecto y catedrático Argentino exponía en el taller de Cartagena de los Andes en julio de este año, su reflexión acerca de cómo debía ser la arquitectura del siglo XXI, dándonos un breve paseo por la historia reciente de occidente.
Antes que nada, es de anotar, la gran importancia de tener arquitectos de envergadura, indagando, pensando y planteando posturas definidas y congruentes, a las preguntas de siempre: De dónde venimos, quienes somos y para donde vamos? Donde en este especial devenir se trascienda y se deje en “movimiento permanente” al sector académico de la arquitectura.
-Alguien tiene que explicar el por qué de las cosas que estamos haciendo (desde afuera) y es que algunos nos han abandonado en esta misión-
Jorge, Analítico, Racionalista, Político y Católico de ascendencia Italiana, nos da su opinión desde su propia perspectiva (como suele sucedernos acá en el sur de América, explicamos el mundo desde nosotros mismos) El nos sitúa primero en la Gran División de la iglesia Cristiana que nos separa entre protestantes y católicos, los protestantes se quedan con la PALABRA y los católicos nos quedamos con LA IMAGEN, y así saliendo del mediterráneo, de Europa vienen y nos conquistan los católicos, con LA IMAGEN. Pienso que los cambios son pocos, las conquistas continúan. (Bueno no es un misterio, es un tema renuente y motor de la historia humana)
Volviendo a LA IMAGEN, es un recurso que dado lo que hacemos y como lo hacemos, es muy significativo y dominante mas no exclusivo o excluyente.
Jorge trata de situarnos en lo que podría ser la arquitectura del siglo 21, definiendo su contexto histórico inmediato, Después de la revolución industrial del siglo 17 y 18 que cambiaria muchas cosas, el siglo 20 comienza con la Revolución Rusa 1917 y termina con la caída del muro de Berlín en 1989.
En esta importante época, LA VERDAD… puede ser y es solo una, ÚNICA. Es totalitaria y dominante sobre todas las situaciones. Todo: religión, medicina, política, ciencia y arquitectura por citar solo algunas pocas, deben explicar desde un mismo Angulo y visión, El mundo. Guerras y conflictos de todo tipo por el dominio una verdad UNICA Y PROPIA, nos enfrentaron a muerte en el siglo 20.
Con la caída de del muro de Berlín no empieza el siglo 21, hubo que esperar hasta la caída de las torres gemelas en Nueva York, el 11 de septiembre del 2001 y quizás se refuerza con el CRASH económico mundial de final del año 2008.
Es así como -sustenta Jorge- El siglo 21 nace en una realidad donde hay MÚLTIPLES VERDADES, lo que creíamos solido o inamovible no lo es y quedamos lanzados AL VACIO.
Nos aferramos a estas múltiples certezas, donde poniendo un ejemplo fácil: alguien puede ser Católico, pero de corriente política liberal, tiene un medico bio-energético que le receta gotas homeopáticas, amante de la naturaleza pero es tecno y ciber-adicto.
Desde aquí me separo de la postura de Jorge Moscato, quien continua su discurso citando a Italo Calvino y sus 6 propuestas para el próximo milenio y a Federico Soriano con su tesis llamada: Sin-Tesis; no sin antes aclarar que no es necesario ya, el perder una buena amistad por discernir de parte, de su discurso. (Muy habitual en nuestro medio local: o está conmigo o somos enemigos… muy del siglo pasado) Es más, hace parte de este mundo lleno de verdades que para mi flotan en el aire o están lanzadas allí, y tomo o uso esta primera parte de lo que nos plantea Jorge, como trampolín para lanzar algunas ideas, pero sobre todo para intentar explicarme a mí mismo que probablemente nos pasa, en qué situación estamos, para así supérala, dominarla y seguir.
No creo que el “rompecabezas” de estas verdades en el aire forme una sola verdad a primera vista y menos si lo vemos en 2 dimensiones, recomponiendo un sentido de unidad formal (la cual siempre deseamos para sentirnos seguros) es mas creo, suscitan, sugieren, animan, a establecer múltiples miradas sobre ellas y a descubrir o develar un universo de elementos, piezas o formas (por usar algunas analogías arquitectónicas) pero que pueden ser recuerdos, presencias o situaciones que dependiendo de cómo, de dónde y a qué distancia se las mire nos darán “unidades” y/o “verdades” cada vez diferentes, análogas, con variaciones, mutaciones y complementarias.
Esto no es nada nuevo, las investigaciones o teorías sobre la forma del universo sugieren esto mismo, “la biblioteca universal” de Borges igual… Quizás si nos alejamos demasiado del “rompecabezas” encontraremos también el “Aleph” Borgiano, pero no me quiero salir de lo que nos compete, solo que como lo dijimos antes, ahora también será más difícil establecer los límites y diferencias… todo tiende a traslaparse, moverse, conectarse, complementarse.
Es este el fragmento histórico que nos toca, el de la comprensión, entendimiento y necesidad del “otro”, sea ser humano, animal o vegetal… ese otro que por ser diferente es a su vez interesante y necesario, complementario, el cual ya no tengo que “conquistar” o “redimir”, más bien: aprender de él, una mezcla de muto respeto y valoración... ninguno tiene que ganar. Lo colectivo vence sobre lo individual, somos un SER COLECTIVO desde cualquier punto que lo miremos.
Siendo así el siglo 21, no excluye las miradas dadas en todos los siglos pasados, Paladio, Borromini, Miguel Ángel, Boulleé, Loos, Wright, Corbusier, Aalto, Barragan, Niemeyer, Salmona, todos caben en el siglo 21, todos hacen PARTE INTEGRAL, muy diferente a como “supuestamente” se empezó la Arquitectura moderna en el siglo 20, con un supuesto borrón y cuenta nueva. Hoy en día sabemos que no fue así y los arquitectos o artistas que cambiaron el curso de la historia como Le Corbusier “miraron” en todas las direcciones. Por citar solo a un grande, ni hablar de Picasso.
Con otro ejemplo sencillo tratare de ilustrar este aspecto que no es solo estético o simbólico o visual: Una silla en el siglo 20 se verá como objeto de unos 40-45 cms de alto, generalmente con 4 apoyos, un espaldar y 2 descansa brazos y tendrá montón de estilos y variaciones.
Una mirada de lo que podría ser una silla en el siglo 21, no tiene que ver solo con la forma o su estilo o imagen simbólica, puede ser un paralelepípedo en cualquier material de 40 cms de alto, x 40 cms de fondo x 400 cms de largo y pude ser usada para sentarse por una persona o por varios, puede ser usada para recostarse, puede ser parte de gran una escalinata o parte de una pirámide o los dos, o todos a su vez.
Ahí está, creo la diferencia.
Depende de cómo observemos, miremos, enfoquemos si queremos, seguir hablando en un lenguaje visual, pero ya no estamos hablando de objetos o verdades únicos(as) e indestructibles, igualmente de personajes o arquitectos, como si pudieran cargar solos con ese PESO y fueran tan creativos y originales que fueran ÚNICOS aislados del TODO, creo que quizás los lideres porque siempre los hay, van por dirección contraria.
Pienso nuestro gremio muy en general contando casos separados, no se comporta así y por eso nos hemos devaluado en nuestro oficio, no construimos entre todos con propósito, siempre se parte desde lo individual y la sumatoria de esos esfuerzos produce un colectivo.
El conocimiento muy rara vez se comparte o se estimula el compartirlo, Con la Globalización y el desarrollo tecnológico tenemos acceso a más información, pero no necesariamente a “conocimiento”, también el sentido de lo que es real, es más amplio y se complementa pero también es más vulnerable.
La sumatoria de capas de información que definen “lo real” en el mundo globalizado, son difíciles de constatar en el mundo percibido de la persona física, llegan por el mundo de lo visual-virtual, y generalmente las capas tienen poco de fondo y/o no se asimilan.
De otro lado nos han hecho caer en una confrontación entre nosotros mismos, en una lucha de sobrevivencia donde el mercado y la velocidad se imponen.
Los que en general triunfan dominan el medio o los medios.
Nos hemos olvidado de la profundidad, de buscar, quizás también, de lo incompleto, de lo imperfecto.
Pensamiento profundo y complejo para soluciones sencillas y claras
Creo el llamado es hacia la construcción de un colectivo (donde además creo reside nuestra fuerza) multidisciplinario, multicultural, no excluyente, polivalente, abierto, participativo, amable, lúdico.
Capaz de juntar lugares, generaciones, miradas, posturas, convicciones, no para vencer o conquistar, más bien para “construir”, “avanzar”, “departir”, “explorar”, “vivir plenamente en lo que nos une” y quizás salvarnos como oficio, como urbe, como civilización.

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