Carta a un amigo Arquitecto 1

Estimado Mauricio:

Dias después de nuestras varias conversaciónes entre los autos, piscos y paisajes limeños, siguen resonando en mi cabeza (como en un cajón acústico) algunas de tus palabras sinceras, amistosas y directas.

El hecho de que sugirieras que mi pensamiento va mas adelante que mi arquitectura, me planteo muchas lineas interesantes:

Indudablemente yendo para atrás, con los tiempos de la construcción, elaboración de planos, gestión al cliente, etc.. es muy probable que las ideas germinales de un proyecto ocurrieran en general para nosotros 4 o 5 años antes, ver quien era uno en ese tiempo anterior y como es ahora seguramente plantea un viaje al pasado donde la evolución de las ideas o la involucion de las mismas puede plantear también un eterno retorno que como en espiral de las mismas de sumatorias y/o de restas puede avanzar hacia adelante o hacia atrás dependiendo de donde se mire, si estas adentro, afuera o en que punto de la espiral. (ni hablar de las distorsiones que otros cuerpos gravitaciones puedan efectuar a la misma percepción o al recorrido de este punto o puntos que gira(n) y avanza(n), describiendo el espiral, como seguramente es la construcción del pensamiento o de la arquitectura en su tectonica)

Por lo tanto mencionada construcción no se podrá leer en un instante o en una foto, implica una serie de viajes al sitio de la obra, a la mente de los que la produjeron, a la serie de conexiones que amarraron y amarraran un determinado espacio físico, sensorial, emotivo y mental de la obra. Lo cual representa la difícil tarea de buscarla y encontrarla para saber ademas si ocurrió algo interesante. lo que de hecho si ocurre es que plantea la necesidad de un viaje a las profundidades y no a las superficies (en todo sentido). Toda y rara vez que la hiperconectividad de los tiempos de hoy con el exceso de información y el poco tiempo plantean lo contrario.

Quizás la realidad local del oficio en las cual tienes muchos proyectos, pero poco tiempo y en la cual los proyectos se sitúan y desarrollan todos a la vez como en una cocina pero los cuales van a diferentes tiempos y a diferentes comensales en una noche de servicio, plantean que al final uno termine recurrido a propuestas sensatas y correctas con algo de “condimentos y especias” pero no a propuestas totalizantes que como un aleph Borgiano sean completas. Mas bien en el imaginario del arquitecto se arma la busqueda de un proyecto “perfecto” (si es que tal cosa existe) en su cabeza al sumar las diferentes exploraciones, propuestas, realizaciones y proyectos. Como en un largo telar tridimencional.

Ayer viendo esta fabulosa película de INCEPTION (con Leondaro di caprio), acuña la vitalidad de la arquitectura no como hecho físico si no mas bien como una realidad mental de la acumulación de percepciones y memorias que llamamos construcción del ser... Atemporal y siempre en movimiento al interior que plantea una batalla o un baile (depende de la situacion) entre otro titulo de película muy buena: LOS SOSPECHOSOS DE SIEMPRE (con Kevin Sacey): El sol, con su ascendencia sobre el frio, el calor, el viento, el clima, pero tambien el paisaje, los recursos, los ciclos.. en fin. Los dioses de siempre. Quizas buena mezcla ( o coctel(como puede ser la supuesta realidad)) puede ser la inspiradora pelicula RECONSTRUCTION (Chistoffer Boe) que junta los dos mundos.

Con eso me asalta y para bien la duda, si esa búsqueda del proyecto completo, totalitario y final que resuma no solo un instante de nuestras vidas si no la obra culme... El quijote, la novena de Beethoven o los cuadrados blancos superpuestos de Malevich, cual hoyo negro absorba toda la energía y el espíritu del entorno, pudo ser una busqueda del siglo pasado, enfocada mas bien desde mi punto de vista el buscar la abstracción, que termina yendose con el tiempo hacia un camino final en si misma (que en algún momento se desvío de otra grande: la síntesis) como gran tema central siglo 20.

Quizás en este nuevo siglo la construcción de la realidad vaya por unos caminos diferentes, complementarios y disimiles. Tienda a ser mas una construcción colectiva y de partes, que de grandes protagonistas y objetos, muestre mas los errores y las decepciones como parte propia de los procesos y la vida, y hable al final no solo de los arquitectos y de los edificios, si no tendiendo mas a la experiencias de los eventos como MUNDANEUM o TECTURA (que se van multiplicando en ecos de todas las escalas) a formar en todos los sentidos, a resaltar y (re)armar las complejas y profundas relaciones colectivas y sus escenarios que generen múltiples reconocimientos entre todos (pero no como los premios) si no como quien se (re)conoce a través de los demás y para los demás con el sueño de lograr sorprendentes e interesantes relaciones que animen a vivir y a construir entre todos el imaginario colectivo que soñamos como realidad.

Una realidad propia y (a)propiada.

Abrazos,

Mauricio Rojas.

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