Reflexiones para Mundaneum Costa Rica junio de 2009
Reflexionando durante varios días a la pregunta de nuestro amigo Álvaro Rojas, sobre como plantear soluciones al los problemas de diversa índole que enfrentamos y nos aquejan en el mundo hoy: Calentamiento global, sobrepoblación, pobreza y hambre, las no ciudades, depredación de nuestros recursos naturales, uso de tecnologías no apropiadas, etc.… sobre si los arquitectos podemos hacer algo, pensaba en como responderla sin caer en lugares comunes.
Y es ahí mismo donde creo, tal vez esta la respuesta.
En un Afán casi ciego por no caer en los lugares comunes de nuestro oficio, desde la enseñanza de la arquitectura hasta la misma arquitectura vista como un producto comercial de marca, todo lo que es común y todo lo que es nuestro, que nos pertenece como especie y legado, ha tenido que dejarse de lado para poder sobresalir y tener éxito, en un mercado mediático de imágenes virtuales o impresas, que no se viven ni se sienten, donde muy poco “el lugar” y “lo común” habitan.
No siempre cualquier espacio es “un lugar”, y generalmente en “lo común” y lo cotidiano, habita la memoria y los afectos de las personas en general y también en nosotros aunque lo queramos negar.
Quizás es hora de revisar nuestra alma en lo profundo y el sentido de nuestro oficio.
Siempre cada tanto lapso de tiempo históricamente, un ímpetu de renovación llega a nuestro que hacer, empujado por un nuevo descubrimiento o avance en lo religioso, filosófico, físico o tectónico. No obstante algunos de estos temas interesantísimos, provocadores o vitales para la existencia hoy en día pasan a nuestro alrededor involucrados con otras profesiones, pero parecen no tocarnos y si lo hacen…lo que tomamos de ellos generalmente se copia o extrapola literalmente sin pasar por el filtro de nuestro oficio y en ello implico lo que nos es común… Y los proyectos aparecen simulando agujeros negros, que se comen todo alrededor… incluso la luz o forman estructuras celulares ampliadas hasta ser edificaciones, pero nuestro cuerpos y su relación con la arquitectura tienen su propia y definida escala, pero parece esta ya no se enseña o se usa.
Solo por citar y recordar algunos temas de lo común:
El lugar: Como sitio, Geografía y cultura. (Generalmente cambia y se fusiona pero lentamente cuando se incorpora y no se impone)
El tiempo y la memoria: sin memoria no hay tiempo ni espacio ni un entendimiento del ser o estar… no hay historia ni futuro.
La gravedad: no tiene escapatoria y afecta casi todo; he incorporando el uso a un lugar, este afecta o genera lo tectónico.
La noción de Orden: Viene de las anteriores y nos ayuda a entender la existencia, el lugar, como permanecemos y actuamos y al final nos ubicamos… nos salva de la desesperación.
¿Quien puede ayudar a alguien si primero no este bien consigo mismo?
Hay quienes pueden decir que viven en el caos, diseñan como tal y les agrada: pero no creo que dejen de comer un día, o ir al baño o dejar de dormir, los afectan el día y la noche, el calor o el frío, es más… la soledad o la felicidad. Creo que a pesar de todo seguimos teniendo 2 ojos, 2 brazos y 2 piernas, una nariz, etc. Que cada vez usamos menos o menos en su conjunto hasta que algún día se atrofien quizás por des-uso.
Somos en lo físico y nos afecta lo físico, casi lo mismo a todos.
Pienso muy en lo personal que debemos tener una visión mas en conjunto, que propia, dejar el “autismo y protagonismo arquitectónico” porque que podríamos llamar como “propio” si al final somos un conjunto de ideas, maneras y formas de acumulación cultural de nuestros padres, amigos y gente que nos rodea a lo largo de nuestras vidas.
Somos una sinergia con lo que nos rodeamos o alimentamos en cuerpo y alma.
Creo hay que explorar, somos unos investigadores, pero de verdad, en lo pequeño en lo grande, en lo cotidiano o utópico, en local o lo universal; e interactuar con otras disciplinas, viajar para a-prender, pero también para vernos a nosotros mismos desde afuera, re-conocer.
Inspirarse en el espíritu de lo que admiramos!... mas no copiarlo, Re-crear decía Rogelio Salmona.
A veces lo verdaderamente importante, o la pregunta, mas bien seria: No, que es lo que cambia? si no, que es lo que permanece. No, que es lo ultimo?, si no mas bien que es lo de siempre.
Quizás como decían los maestros: Barragán o Salmona, a nuestra vida en la arquitectura, le hacen falta: el misterio, la poesía, el sortilegio, el deambular, sentir la naturaleza el “lugar” que es en lo físico o en la memoria que tiene vida, amigos, alegrías y tristezas. - Ojala fomentara mas las primeras que las ultimas.-
Tal vez nos falte más narrativa y menos imágenes, mas barro y sol en las manos y que Monitores, Cad y ratones.
Vivencias profundas sobre los impresos o realidades livianas.
Respuestas sencillas a problemas complejos.
La vida, sobre el instante…y la vida es ya compleja en si misma como para andar complicándola mas!
Y lo que hacemos en mi modesta opinión son escenarios para que se den mejor las circunstancias de la vida, para potenciar los actos sagrados o triviales de ella, para amplificarla, ponerla en resonancia…una buena resonancia!.
No necesitamos una “super-arquitectura” de super-arquitectos, de pieles y trajes de luces, exóticos, de espejos, de formas aerodinámicas.. Es que piensan volar alguna parte?
Necesitamos una arquitectura mas humana y colectiva, hecha por todos… como siempre ha sido… ¿será que es así como se forma la ciudad?.... ¿La verdadera cuidad?
Después creo hay que tomar un partido, personal y con propósito, que vincule la comunidad, quizás hasta en lo político… y a todo lo que nos rodea (entendiéndolos y respetándolos): Personas, animales, naturaleza, las cosas….como parte de un todo…. y luchar, vivir y soñar con avanzar y mejorar hasta el cansancio.
Por que el día en que encontremos la verdad sobre el propósito y misión de nuestro viaje y algo hubiésemos podido hacer bien al respecto, creo, este habrá terminado ya…. espero felizmente.
Gracias,
MRV.
Y es ahí mismo donde creo, tal vez esta la respuesta.
En un Afán casi ciego por no caer en los lugares comunes de nuestro oficio, desde la enseñanza de la arquitectura hasta la misma arquitectura vista como un producto comercial de marca, todo lo que es común y todo lo que es nuestro, que nos pertenece como especie y legado, ha tenido que dejarse de lado para poder sobresalir y tener éxito, en un mercado mediático de imágenes virtuales o impresas, que no se viven ni se sienten, donde muy poco “el lugar” y “lo común” habitan.
No siempre cualquier espacio es “un lugar”, y generalmente en “lo común” y lo cotidiano, habita la memoria y los afectos de las personas en general y también en nosotros aunque lo queramos negar.
Quizás es hora de revisar nuestra alma en lo profundo y el sentido de nuestro oficio.
Siempre cada tanto lapso de tiempo históricamente, un ímpetu de renovación llega a nuestro que hacer, empujado por un nuevo descubrimiento o avance en lo religioso, filosófico, físico o tectónico. No obstante algunos de estos temas interesantísimos, provocadores o vitales para la existencia hoy en día pasan a nuestro alrededor involucrados con otras profesiones, pero parecen no tocarnos y si lo hacen…lo que tomamos de ellos generalmente se copia o extrapola literalmente sin pasar por el filtro de nuestro oficio y en ello implico lo que nos es común… Y los proyectos aparecen simulando agujeros negros, que se comen todo alrededor… incluso la luz o forman estructuras celulares ampliadas hasta ser edificaciones, pero nuestro cuerpos y su relación con la arquitectura tienen su propia y definida escala, pero parece esta ya no se enseña o se usa.
Solo por citar y recordar algunos temas de lo común:
El lugar: Como sitio, Geografía y cultura. (Generalmente cambia y se fusiona pero lentamente cuando se incorpora y no se impone)
El tiempo y la memoria: sin memoria no hay tiempo ni espacio ni un entendimiento del ser o estar… no hay historia ni futuro.
La gravedad: no tiene escapatoria y afecta casi todo; he incorporando el uso a un lugar, este afecta o genera lo tectónico.
La noción de Orden: Viene de las anteriores y nos ayuda a entender la existencia, el lugar, como permanecemos y actuamos y al final nos ubicamos… nos salva de la desesperación.
¿Quien puede ayudar a alguien si primero no este bien consigo mismo?
Hay quienes pueden decir que viven en el caos, diseñan como tal y les agrada: pero no creo que dejen de comer un día, o ir al baño o dejar de dormir, los afectan el día y la noche, el calor o el frío, es más… la soledad o la felicidad. Creo que a pesar de todo seguimos teniendo 2 ojos, 2 brazos y 2 piernas, una nariz, etc. Que cada vez usamos menos o menos en su conjunto hasta que algún día se atrofien quizás por des-uso.
Somos en lo físico y nos afecta lo físico, casi lo mismo a todos.
Pienso muy en lo personal que debemos tener una visión mas en conjunto, que propia, dejar el “autismo y protagonismo arquitectónico” porque que podríamos llamar como “propio” si al final somos un conjunto de ideas, maneras y formas de acumulación cultural de nuestros padres, amigos y gente que nos rodea a lo largo de nuestras vidas.
Somos una sinergia con lo que nos rodeamos o alimentamos en cuerpo y alma.
Creo hay que explorar, somos unos investigadores, pero de verdad, en lo pequeño en lo grande, en lo cotidiano o utópico, en local o lo universal; e interactuar con otras disciplinas, viajar para a-prender, pero también para vernos a nosotros mismos desde afuera, re-conocer.
Inspirarse en el espíritu de lo que admiramos!... mas no copiarlo, Re-crear decía Rogelio Salmona.
A veces lo verdaderamente importante, o la pregunta, mas bien seria: No, que es lo que cambia? si no, que es lo que permanece. No, que es lo ultimo?, si no mas bien que es lo de siempre.
Quizás como decían los maestros: Barragán o Salmona, a nuestra vida en la arquitectura, le hacen falta: el misterio, la poesía, el sortilegio, el deambular, sentir la naturaleza el “lugar” que es en lo físico o en la memoria que tiene vida, amigos, alegrías y tristezas. - Ojala fomentara mas las primeras que las ultimas.-
Tal vez nos falte más narrativa y menos imágenes, mas barro y sol en las manos y que Monitores, Cad y ratones.
Vivencias profundas sobre los impresos o realidades livianas.
Respuestas sencillas a problemas complejos.
La vida, sobre el instante…y la vida es ya compleja en si misma como para andar complicándola mas!
Y lo que hacemos en mi modesta opinión son escenarios para que se den mejor las circunstancias de la vida, para potenciar los actos sagrados o triviales de ella, para amplificarla, ponerla en resonancia…una buena resonancia!.
No necesitamos una “super-arquitectura” de super-arquitectos, de pieles y trajes de luces, exóticos, de espejos, de formas aerodinámicas.. Es que piensan volar alguna parte?
Necesitamos una arquitectura mas humana y colectiva, hecha por todos… como siempre ha sido… ¿será que es así como se forma la ciudad?.... ¿La verdadera cuidad?
Después creo hay que tomar un partido, personal y con propósito, que vincule la comunidad, quizás hasta en lo político… y a todo lo que nos rodea (entendiéndolos y respetándolos): Personas, animales, naturaleza, las cosas….como parte de un todo…. y luchar, vivir y soñar con avanzar y mejorar hasta el cansancio.
Por que el día en que encontremos la verdad sobre el propósito y misión de nuestro viaje y algo hubiésemos podido hacer bien al respecto, creo, este habrá terminado ya…. espero felizmente.
Gracias,
MRV.
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