El barrio, ese constructor de ciudad.



EL BARRIO, El constructor de la ciudad.

EL barrio, ese barrio aquel donde crecíamos en la calle, libres...
Inventando juegos en líneas imaginarias, en canchas de piedra, de escondidas en los porches,
Que genero amistades para toda la vida entre hijos y padres, abuelos.
Amistades duraderas, sencillas, de barrio.

La calle, esa caja mágica, que contiene y contenía, todo...
Que servia para mil cosas, incluso hasta para los carros.

La plaza, esa y aquella de música y arboles, de sabor de frutas y dulce,
De campanas y estandartes, de viejos y niños... de música del folclor.
Donde el tiempo se detenía suave y tranquilo.

De la iglesia al cine, del helado al sanduche tipico, de los viejos jugando domino,
De los niños siendo ellos mismos... 
De sábados compras de ropa para el clima en la esquina de la plaza.
De estos arboles centenarios cuidándonos del sol, el bloqueador solar natural de bajo costo y de microclima sabroso.. que alberga multiples conciertos gratis de pájaros al caer la tarde.

La “nueva” arquitectura que está construyendo las ciudades del siglo 21, esta hecha de tal forma que no genera nada de aquello, los vecinos no se conocen, los niños no juegan en la calle, pues no existe, no se encuentras niños con viejos, el comercio es de cadena, frío y anónimo.

Las relaciones de las proporciones y escala, de los bordes y alturas obedece mas a la especulación del suelo que a una idea de ciudad para el clima, el lugar, la gente en particular, su idiosincracia y su cultura.

Los vacíos urbanos, ese tejido y trama cual vestido urbano, ya no es mas de lino o de paño...es igual para todos lados como son iguales los centros comerciales o las nuevas ciudades en todos lados.

Este costo no es romántico, es social, tiene que ver con la calidad de vida y la salud física y mental de sus habitantes, por eso LA SALUD ,esta en la nueva agenda de la ONU para las ciudades.

La gente muere no de peste o cólera, muere del corazón de obesidad o de cancer, o de soledad. Ciudades caminables, multiuso, sociales con ADN de barrio, con vecinos conocidos, sonde se compran las cosas del amigo, del vecino. De conexiones reales, no virtuales, de bajo costo energético pero de Gran energía social.

El barrio del intercambio con la vida, con la naturaleza, con la gente, con el sabor de vivir es una urgencia, El alto costo de construir la ciudad y su permanencia por centurias en la historia, hace que debamos ejecutar sus diseños y construcciones de otra manera, no de solo números y rentas frías. Construcciones de calidad integral donde hablemos no solo de costos, si no de valor real, el valor de vivir bien.

Con una población mundial del 50% viviendo en ciudades, donde para el 2050 vivirán el 75% en las mismas en esas mismas ciudades. Con una 1/5 de esa población sin agua, Con un crecimiento exponencial de esa población (éramos 1.200 millones empezando el siglo XX y empezando este 7.700) la construcción de una buena ciudad no es cualquier cosa. 

La fuerza del clima y su historial climático, pondrá en orden todo otra vez y tendremos que estar preparados como siempre.

La ciudad tiene que dejar de ser un artificio y rediseñarse en relación con su geografía, sus alimentos y tener cero desperdicio, reciclarse, renovar sus centros.

Aquí esta en juego todo.

Por una buena ciudad no solo es un derecho, es una necesidad si queremos vivir como queremos y debemos. Ciudades mas equitativas, incluyentes y sobre todo viables para existir.

Mauricio Rojas Vera.
Arquitecto & presidente SCA BC.

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